lunes, 18 de junio de 2007

Hay días en los que miro a la gente y me parece que todos están felices y satisfechos con sus vidas, unos andan pausadamente con la mirada tranquila, otros con aires enérgicos y confiados.
Hay otros en los que puedo ver en sus rostros la frustración y el desánimo. El caos mental. La confusión y el hastío que hacen de sus vidas una completo sinsentido.
Hay dias anfibios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y hay días que uno llega, contento, digamos de Panamá, por ejemplo, y antes de que pasen doce horas le llaman para hacerle una "entrevista" en comisaría centro, por ejemplo y... muy suavemente, como en un día anfibio... le toman las huellas dactilares. Los diez dedos. Dos veces. Le hacen una foto de frente y otra de perfil. Y le dejan, en un día anfibio, una señal en la frente, por cinco años, que dice "Dpto. Delincuencia Económica"... Y sigue uno caminando, ni frustrado ni desanimado, ni enérgico ni confiado (antes al contrario) Ni confundido ni hastiado... Poniendo en orden, o intentándolo, el caos de una mente dentro, eso sí, del completo sinsentido de la vida..a veces.

Hay días anfibios...
Pero siempre le sigue otro. Distinto... Tal vez más lejos esta próxima vez