viernes, 26 de octubre de 2007

Biblioteca

Estoy en la biblioteca de la universidad. Justo enfrente de mi hay unas chicas muy monas que no paran de hablar, y yo, me tomo un tiempo para intentar captar alguna palabra que me haga distinguir si están hablando sobre alguna asignatura o, en cambio, de sus interesantes vidas sentimentales. Mas bien parece ser esto último. La miro, se que nota mi mirada porque nuestras mesas están cerca, pero me evita. Total indiferencia.
Me pongo los tapones e intento concentrarme, pero su voz es lo único que percibo en mi aislaminto, y además de forma amplificada, algo curioso. Me enfado y me indigno por momentos. Decido que no tengo porqué aguantar esa falta de respeto, así que me quito los tapones y llamo su atención. "Por favor, tengo los tapones puestos y te estoy oyendo" -le digo-. Me mira y me ignora, sigue parloteando. No lo asimilo, me pongo furiosa y hasta se me pasa por la cabeza vaciar mi lata de cocacola sobre sus apuntes, pero no hubiera sido algo de lo que después pudiera sentirme orgullosa. Yo no hago ese tipo de cosas y no hago lo que no me gusta que me hagan.
Tengo mal pronto, lo dicen los que me conocen.

1 comentario:

JustThis dijo...

ya con el hecho de q te hayan ignorado habla mal d ellas y bien de ti... creo q no hay q darles mucha importancia a esas cosas, o mas bien, ver el buda en esas mujeres...

viste el buda en ellas?