jueves, 20 de marzo de 2008

Una carta inesperada

Ha pasado mucho tiempo desde que hablamos por última vez. Tantas cosas han quedado atrás, pero de vez en cuando me acuerdo de aquella etapa tan extraña de mi vida. Quizás para ti no tenga sentido que me quiera poner en contacto contigo ahora. En aquel momento yo no estaba en condiciones de solucionar nada, ni tampoco la situación se prestaba a ello, pero a día de hoy lo veo todo con mas claridad. El motivo por el que quiero contactar contigo es porque hay algo que me hace feliz.

Estuve dos años con tratamiento; desde un principio sabes que el diagnóstico que se me adjudicó no era muy optimista y que en principio tendría que cargar con él indefinidamente... Pese a no llegar a aceptarlo por completo y a convivir ese tiempo con efectos secundarios diversos, retomé mis estudios, una vida normal. Mi evolución fue muy favorable, no mostraba ningún signo de enfermedad, lo que cuestionaba día a día la verdadera necesidad de seguir con el tratamiento. Por fin se tomó la determinación de la retirada total del mismo. No sabes la alegría y la liberación desprenderse de una losa tan pesada. Hasta el día de hoy estoy perfectamente. Mi caso es muy raro. Sé que se ha utilizado como ejemplo médico. Es una excepción, así que dentro de todo puedo sentirme muy afortunada. Lo digo con toda certeza, pues he conocido gente de mi edad que ha vivido idénticas circunstancias y ellos, por desgracia, no pueden decir lo mismo que yo. No ha sido nada fácil, pero estoy profundamente agradecida por las oportunidades que de nuevo se me presentan. Mi responsabilidad ahora es estar bien, ser feliz.

Estoy en cuarto de carrera, decidida y muy motivada a dedicarme a la agricultura ecológica si todo va bien. La vivencia que tuve no la olvido, suma y aprendo de ella. Para mi es tan real como pudiera ser cualquier experiencia subjetiva de otra persona, y no me avergüenzo. A fin de cuentas, solo a través de uno mismo es que se experimenta y se tiene contacto con la realidad, lo que pueda ser La Verdad. En ese sentido puedo decir que todo está resuelto, y pese a que mirando atrás también encuentre dolor, situaciones que habría evitado y recuerdos desagradables, creo que me faltaba que supieras que esta etapa de mi vida ha tenido un final, un buen final. Me tranquiliza saber que fue algo aislado en mi vida. Llevaba un tiempo dándole vueltas. Mis mejores recuerdos en ------ van a estar ahí siempre por todo lo bueno que significaron.

Con esto, resuelvo algo que me quedaba pendiente. Lo último que pretendo es incomodarte, y aunque se que es muy difícil que no sea así, también se que en el fondo estarás alegrándote por mi. Así que no espero ni te pido que me respondas, no es eso lo que busco. No deseo retomar nada.
Mi vida ahora es muy diferente, estoy apartada de todo lo que pueda significar poner freno a mi crecimiento personal, pues esa es mi meta, y en ese sentido estoy muy satisfecha porque se que hago lo correcto, lo que de verdad puede merecer la pena. Mi búsqueda espiritual prosigue, ha madurado y se ha intensificado. Llena de significado mi vida a cada momento.

Deseo de corazón que sigas encontrando el Amor en lo que haces.
Que la Paz esté contigo.

No hay comentarios: